La idea
Emma llegó a casa después de su primer día de escuela primaria con una larga lista de palabras nuevas para aprender. Su papá, desarrollador web, pensó que debía haber una aplicación para que su tarea fuera un poco más divertida. Sin poder encontrar algo adecuado, decidió crearle su propia aplicación: Emmas Words.
La idea es bastante simple: ayuda a los niños a aprender el vocabulario que ven en la escuela, no solo las palabras, sino también las expresiones y los tiempos verbales. En la aplicación, los niños crean un ejercicio usando palabras que graban con su propia voz. Después, revisan las palabras y toman una prueba para verificar si pueden deletrear lo que escuchan. A lo largo del juego, Emma los anima y celebra su éxito.
"La parte más importante es crear tus propios ejercicios y revisarlos a fondo, ahí es donde ocurre el aprendizaje. Es por eso que debes ir a la lista de palabras para comenzar la prueba", explica Jean-Pierre Fortin, creador de Emmas Words.
El juego
Para avanzar en la prueba, cada palabra debe deletrearse correctamente. Después de un error, el deletreo correcto aparece en la pantalla y el niño tiene que ingresarlo para continuar. Como no hay límite de tiempo, todos pueden tomar el tiempo que necesiten para hacer lo mejor que puedan.
Los niños y sus padres también pueden hacer un seguimiento de su progreso usando la aplicación, que almacena los resultados de cada prueba. El resumen del ejercicio muestra el número de estrellas ganadas, así como el día y la hora en que se completó cada prueba. También puedes ver los resultados por palabra, lo que ayuda a identificar las áreas de dificultad. Esta aplicación no pretende ser un sustituto para un padre, sino una herramienta para enriquecer el proceso de aprendizaje.
La versión de prueba de Emmas Words permite un máximo de tres palabras o expresiones por ejercicio. Está diseñada para que niños y padres la prueben antes de comprar la versión completa, que cuesta USD$5 para un acceso de por vida.
Emma
Emma está disponible para brindar un poco de apoyo adicional a un niño mientras estudia. Su sonrisa se ilumina cada vez que ve un buen deletreo, y frunce el ceño cuando ve un error. Las ilustraciones, basadas en fotos de la vida real de Emma, capturan el espíritu de la curiosa niña que inspiró la aplicación.
“Quería hacer la mejor aplicación posible, sin preocuparme por el tiempo o el presupuesto. Quería que fuera hermosa, algo que hiciera que los niños se emocionaran por jugar y aprender. También quería ofrecerla en tantos idiomas como fuera posible (¡tenemos nueve hasta ahora!) para poder compartir esta parte de la historia de Emma con otros países y otras culturas. Sobre todo, quería compartirla con mi hija, como un regalo para acompañarla mientras comienza su educación, pero también como una foto instantánea de ella misma en este momento. No pude evitar esconder un huevo de Pascua allí para ella", añade con una sonrisa. "Todo este proyecto comenzó porque quería enseñarle a mi hija su vocabulario, pero ella terminó enseñándome mucho más sobre cómo aprende".
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